El pasado
viernes al mediodía la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se manifestó en
las puertas de la Municipalidad regalando verduras. Las demandas del "verdurazo" eran: acceso a
la tierra, condiciones dignas de producción y de comercialización.
“Somos esclavos de un modelo de producción basado en insumos agroquímicos a precio dólar” ; “la verdura no vale nada y da lo mismo
regalarla que venderla”, dos
expresiones de los miembros de la UTT que nos interesa destacar para contrastar con
las políticas de la producción fruti-hortícola de Mar del Plata.
Semanas
atrás las noticias presentaban los destrozos causados por el temporal en los
invernaderos, por lo cual muchos medios masivos a nivel local unificaron las demandas al
cubrir el "verdurazo". Pero se trata de situaciones muy diferentes, las
menciones de los grandes productores sólo se refieren a la
rentabilidad.
De
hecho, como respuesta a las manifestaciones encontramos que el “intendente solicitó la emergencia para los productores fruti-hortícolas” con
declaraciones de Arroyo, y del Presidente de la Asociación Fruti-hortícola
de Productores y afines de Mar del Plata.
Se ha
perdido de vista que la UTT solicita, por un lado, acceso a la tierra, actualmente alquilan el lugar donde trabajan, "donde dejan la vida" como mencionan en su comunicado. Por otro lado, lugares de comercialización, manifestando “somos familias que producimos alimentos para el mercado interno, no comodities para la exportación”, asimismo expresan las limitaciones y
aspectos negativos de la forma de producción dependiente de agrotóxicos que se pagan a precio dólar.
Frente a esta situación nos interesa
puntualizar que se presenta un contexto propicio para impulsar y estimular la
producción agroecológica, una forma de producir responsable con la salud, el
ambiente y la vida, que no depende de la compra de semillas ni mucho menos de herbicidas
o pesticidas a precio dólar. En lugar de brindar capacitaciones, y créditos
para este tipo de producción tanto el municipio como los diferentes niveles de
gestión de gobierno ofrecen créditos blandos para producción de kiwi (que no es
un alimento de la región, no es indispensable y se exporta la mayor parte de lo
producido) y una "emergencia" que busca generar recursos para los grandes
productores.
El
estímulo a la agroecología, podría representar un aporte en términos de fuentes
de trabajo a una ciudad que hace más de diez años tiene los índices más altos de desocupación a escala nacional. Si consideramos además que actualmente, en
el Partido de General Pueyrredón rige una medida cautelar que establece mil
metros libres de fumigaciones, esta franja podría ser utilizada para empredimientos agroecológicos.
Diferentes municipios del país se
han comprometido con iniciativas de este tipo conformando la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología (RENAMA). Constituyendo
el segundo cordón fruti-hortícola de la provincia de Buenos Aires, nuestro partido podría tener un lugar destacado en la red.
En este contexto se presentan todas las condiciones para generar
alimento de calidad, libre de agrotóxicos y trabajo en condiciones dignas de producción
y de comercialización. La ciudad cuenta con las instituciones y dependencias para
organizar un plan de trabajo, podemos mencionar la Universidad Nacional, INTA,
entre otros, sólo es necesaria voluntad política para poner en marcha un
proyecto de esta naturaleza.
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