Cerramos la primera quincena de mayo con noticias sobre una línea
de créditos blandos lanzada por el Municipio a través del Banco Provincia para
productores y comerciantes afectados por el temporal. Los grandes productores
del cordón fruti-hortícola aprovechan cada oportunidad para señalar la
necesidad de créditos así como de subsidios para compensar las pérdidas
sufridas luego de dos temporales. Una y otra vez escuchamos hablar de los
invernáculos, de la caída de las estructuras, del nylon; por otro lado se
mencionan las causas de las inundaciones: falta de limpieza, movimiento en las
compuertas, pero ¿no existe una relación directa y profunda entre los
invernáculos y las inundaciones?
Desde hace por lo menos veinte años
en el cordón fruti-hortícola del Partido de General Pueyrredón se viene
incrementando la cantidad de invernáculos.
Estas grandes estructuras de nylon se comienzan a percibir como
indispensables para un modelo de producción que poco se interesa por la salud y
la vida.
La construcción de invernáculos no
cesa, lo cual perjudica directamente a todos a los habitantes de los barrios de
ésta franja productiva, entre los que podemos mencionar: El Boquerón, El
Paraíso, Parque y Valle Hermoso, Colonia Barragán, Santa Paula, Laguna y Sierra
de los Padres, La Gloria de la Peregrina, Colinas Verdes, Batán y San
Francisco como los más perjudicados.
Los vecinos de estos barrios han luchado
durante mucho tiempo para que se legislen y regularicen las construcciones con
nylon. En 2011 se aprobó una ordenanza,la número 20.145 que regula la construcción,
características y requisitos para la habilitación de los invernáculos en el
partido. Si bien esta ordenanza está lejos de resolver los problemas que
ocasionan a terceros la producción en estas condiciones, con sólo haber pasado
alguna vez por los barrios mencionados es posible afirmar que sus artículos NO se cumplen.
La producción dentro de los invernaderos
trae aparejada numerosos inconvenientes.
El uso de agrotóxicos junto a la presencia de nylon cubriendo la tierra constituyen
una técnica que ocasiona graves problemas a las personas y al ambiente. En sus
inmediaciones los vecinos conviven con olores desagradables, pulverizaciones
permanentes con agrotóxicos, moscas,
anegamientos e inundaciones.
En estos meses, debido a la intensidad
de las precipitaciones y sus consecuencias, hemos visto a los empresarios del agro quejándose,
victimizándose por las pérdidas sufridas y pidiendo subsidios. Al referirse a
las causas responsabilizan a la compuerta -que no se sabe bien quién abrió-; a
la falta de limpieza de canales y cursos de agua. Esto puede ser verdad, de hecho han sido dos
factores que operaron para que se produzcan
las inundaciones, pero la principal
causa de esos daños se la provocaron ellos mismos, su propio modelo de
producción que con tanta superficie plástica
ante una lluvia de tal magnitud no podía se absorbida. Nos referimos a tierra tapada con nylon, no
sólo en invernáculos, sino también en cultivos extensivos como la frutilla.
Desde principios del año dos mil los
vecinos vienen advirtiendo y quejándose
por las consecuencias del nylon sobre la tierra. Los empresarios deberían, por
lo menos, reconocerlo, o mencionarlo como uno de los factores que desencadenaron
las inundaciones ya que no sólo sufrieron sus propios daños sino que se los ocasionaron
a otros. Como caso testigo podemos mencionar al Barrio San Francisco: el más
afectado por las última inundación luego de las intensas lluvias y,
causalmente, el que más cantidad de invernaderos presenta (tanto en lo que se
refiere a tamaño como superficie ocupada).
En medio de este panorama nos
preguntamos si el Estado brindará subsidios y/o créditos blandos también a los
pequeños productores y qué respuestas han
recibido los vecinos afectados.
Fotografía extraida de elmarplatense.com |
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